Ateneos Carbap: ¿cuál es la real importancia de la conectividad en el campo?

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Una reciente encuesta de los Ateneos Carbap ratificó que la problemática se extiende a educación, salud, seguridad, arraigo y hasta a la imposibilidad de concretar trámites virtuales.
La cuarentena expuso —claramente— la importancia de la conectividad en las actividades que realizamos a diario en las grandes ciudades, pero también en el ámbito agropecuario, uno de los sectores que nunca paró la producción desde que se decretó la cuarentena por la pandemia del Covid-19 en este marzo.

En una reciente presentación realizada por los Ateneos Carbap se hizo hincapié en el impacto en la educación, por ejemplo, a partir del testimonio de una docente de la zona de Trenque Lauquen, que se desplaza 36 kilómetros todos los días para dar clases.

La docente advirtió sobre los perjuicios de la ausencia de continuidad pedagógica en el hogar de los chicos por la falta de conectividad.

En cuanto a salud, no hizo falta poner mucho acento en los inconvenientes que suceden a diario en el trabajo del campo, que se agravan ante la falta de señal de celular.

Otro aspecto que se destacó fue la ausencia de caminos con terraplenes, con todo lo que ello repercute a la hora del traslado en situación de emergencia para los trabajadores y las familias que viven en el campo.

Asimismo, la conectividad resulta determinante en las labores de seguridad y prevención, como alerta a patrullas por delitos de abigeato y presencias extrañas, además de disposiciones y normativas del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio).

Pero también por consultas agropecuarias como precios de cereales, condiciones climáticas para realizar tareas, disposiciones del BCRA y demás.

Finalmente, la decisión del arraigo de la gente de campo. Viven allí; llevan a sus hijos al colegio desde ahí mismo; quieren (y necesitan) saber qué sucede más allá de las tranqueras y requieren saber cómo están sus familiares y amigos.

Por eso, cuando se habla de conectividad y de una mayor y mejor tecnología aplicada a todos los sectores, está claro que no debe excluirse al agropecuario.


La encuesta la realizó Ateneos Carbap durante 22 días y tomaron parte 976 personas.

Participaron desde productores agropecuarios hasta abogados, amas de casa, docentes, ateneístas, estudiantes secundarios y comerciantes, entre otros.

Los desgloses
El rango etario de la encuesta se realizó entre miembros de la denominada Generación X (personas nacidas entre los años 1965 y 1981), que fueron el 46,1 %.

También de la Generación Y (nacidos entre 1982 a 1994), con el 26,6 % y los Baby Boombers (entre 1945 y 1964), con el 24,2 %.


El 73 % dijo disponer de energía eléctrica y el 55,2 % respondió no contar con energías alternativas o paneles solares.


En cuanto a internet, la mitad de ellos no cuenta con el servicio: 52 %. Y, en señal telefónica, el 62,3 % admitió tener una conexión.


El 49,2 % hace trámites virtuales. Y el 74,1 % aumentaría su productividad si dispusiera de internet de buena calidad; el 20,8 % dijo que tal vez.


A la pregunta de cuántos kilómetros deben realizar para poder conectarse, el 29,3 % dijo que hace entre 10 y 20 kms. y el 9,3 % entre 30 y 40 kms. El 27 %, en tanto, no necesita trasladarse.


La calificación del servicio de internet también se evaluó.


El 26,4 % sostuvo que es bueno; el 23,3 % regular y 25,7 % muy malo.


En cuanto a la estadía en el campo, el 39 % vive allí; el 29,6 % va y viene en el día y el 20,1 % lo hace de 2 a 3 días.


Pero surgió un dato relevante respecto de la conectividad: el 63,9 % aumentaría su tiempo de permanencia en el campo si dispusiera de buena señal; y el 17,4 % tal vez lo haría.

El acceso a internet se realiza por datos móviles, en el 53,5 % de los casos; por wi fi en el 26,5 % y por antena en el 20 %.

Sólo el 15,7 % de los consultados utiliza telefonía satelital.


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