Se realizó la primera aplicación del controlador biológico para la tucura en Buenos Aires

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El Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección de Fiscalización Vegetal, llevó a cabo en los partidos de Olavarría y Laprida la primera aplicación del controlador biológico para la tucura que permitirá a mediano y largo plazo disminuir en un 50% la población de la plaga para evitar los graves daños que ocasionan a la producción agropecuaria

El proyecto fue desarrollado íntegramente en el Laboratorio de Sanidad Vegetal de la cartera bonaerense, representando un innovador recurso para la prevención y el tratamiento de la plaga, buscando una solución a esta problemática, disminuyendo los daños en la producción agropecuaria y que al mismo tiempo sea un instrumento ambiental y socialmente sostenible.

Su importancia radica en que la dispersión del patógeno en los lotes infestados hará que a mediano y largo plazo los picos de explosión poblacional de la plaga sean menos intensos y más espaciados, disminuyendo su voracidad y por ende perjuicios a la producción favoreciendo el desarrollo territorial. Se trata de un método innovador en la Argentina ya que solo China y EEUU producen el patógeno en laboratorio.

El controlador biológico se aplicó por primera vez en territorio provincial sobre 200 hectáreas de la zona endémica bonaerense para el control de la plaga Tucura; específicamente se realizó sobre dos lotes de 100 hectáreas cada uno ubicado en los Partidos de Olavarría y Laprida. Se completarán las primeras 300 hectáreas en Tandil la próxima semana, a la espera del crecimiento adecuado las tucuras en ese partido debido a las menores temperaturas.

El Ministro Sarquís destacó la innovación y el trabajo de su equipo. «Estamos poniendo a punto la técnica de formulación, el momento óptimo de la aplicación y los monitoreos, a fin de adquirir la experiencia necesaria para los próximos años donde se aplicará en forma masiva. Los resultados se verán a largo plazo”, subrayó.

La finalidad es producir esporas del patógeno “Paranocema Locustae”; formular estepa con un cebo para luego dispersarlo en los lotes con tucuras. Este patógeno lleva al insecto a un estado de desnutrición dando lugar a inactividad, menor tamaño y disminución de las funciones vitales, transmitiéndose a la progenie. Para ello, es condición necesaria reproducir el patógeno en cantidad suficiente para llegar a escala de producción a campo, por lo que se requiere criar y reproducir tucuras sanas, e inocularlas con el patógeno para que este último se reproduzca. Finalmente se extrae las esporas de las tucuras enfermas y se almacena para su posterior aplicación.

Los municipios beneficiados en una primera etapa serán Adolfo Alsina, Azul, Bahía Blanca, Benito Juárez, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Suárez, Daireaux, General Lamadrid, Guaminí, Laprida, Olavarría, Puán, Saavedra, Tornquist, Lobería, Necochea, San Cayetano, Gonsalez Chaves, Rauch, Ayacucho, Tandil, Coronel Rosales, Sallíqueló, Tres Lomas y Tres Arroyos.


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