“¿GANADERÍA EN CAMPOS AGRÍCOLAS?” “Por qué hacerla, cuál puede ser el techo”

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Establecimiento La Paz

Emilce, Pablo y sus hijos Juan Pablo y Natalia siempre vivieron en  el campo, y se dedicaron al trabajo del mismo.La actividad principal fue la agricultura entre campos propios y alquilados. En el año 2016, la decisión de incorporar la ganadería como otra forma de producir y comenzar con un proyecto pequeño con objetivos que fueron creciendo, también la rotación de cultivos, incorporando pasturas perennes.

La Paz es un establecimiento que consta con una superficie de 360 hectáreas, es un campo de aptitud agrícola con producción mixta, donde las rotaciones entre la agricultura y la ganadería son constantes.

En el establecimiento se realiza cría e invernada, esta última dependiendo del año. En la actualidad consta con un total de 350 vientres gestantes, 120 terneras recriando y 7 toros. Con una carga de1,85 cabezas/ha.

La superficie destinada a la ganadería son 255 has; distribuidas en 110 de pasturas, 40 de campo natural y 105 de verdeos.

Sanidad:

Los animales del establecimiento constan con un plan sanitario muy completo, donde los terneros reciben 2 dosis de clostridiales, complejo respiratorio y queratoconjuntivitis al pie de la madre y una tercera dosis al destete. Con lo que respecta a los antiparasitarios en octubre al pie de la madre se desparasitan con ivermectina y luego durante la recría a base de hpg alternamos otros principios como ricobendazoles y fosfamizoles.

En cuanto a la sanidad de los animales adultos damos vacuna reproductiva al servicio y al tacto, vacunas contra la diarrea neonatal el último mes de gestación, aplicamos pour on para combatir ectoparásitos como lo son los piojos en esta época y mosca llegando el verano. Con respecto a la aplicación de minerales damos cobre al tacto y en todas las categorías lo analizamos durante todo el año si es necesario dar o no.

Reproducción:

 

En cuanto a este tema el servicio es de primavera, estacionado de 3 meses; comienza alrededor del 15 de septiembre y se extiende hasta el 15 de diciembre. Desde hace 3 años se viene inseminando a tiempo fijo, donde los dos primeros años solo fue la vaquillona y este último se inseminó un 75 % de los vientres, luego se realiza el repaso con toros.

En este último servicio la preñez de las IATF fue del 65% en vaquillonas y del 70% en vacas, y la preñez final fue del 95%.

Producción:

Generalmente los terneros se destetan en febrero/marzo con un peso promedio normalmente de 210 kg, pasan a pasturas para ser un tiempo recriados y luego son encerrados con silos de autoconsumo hasta llegar a los 360 kg aproximadamente donde van a faena.

Con lo que respeta a las perdidas, estas son muy bajas. El último año se logró un 96,5% de terneros destetados sobre el total de vientres gestantes; y en la recría el año pasado se tuvo una pérdida de 8 animales lo que representaría un 97% de animales terminados.El índice de animales logrados en base a vientres gestantes es del 94,5%.

Producción forrajera:

La base  forrajera  se  concentra en  pasturas perennes con  mesclas de gramíneas y leguminosas.

Alfalfa como leguminosa principal, grupo 6-8, Festucas tanto Continentales como Mediterráneas, Cebadilla en densidades muy bajas para generar competencia en malezas el primer año, Lotus para contarestar el empaste que podría producirse por la alfalfa y Trébol blanco para los lotes con micro zonas encharcables (thaptos, barros blancos).

Se fueron realizando diferentes antecesores y tipos de siembra, con los mejores resultados en convencional, antecesor Trigo o Cebada, y fechas de fin de marzo.

El manejo nutricional para las mismas en el promedio de los años se realiza con una base fosfatada  a  la  siembra  100-140  kg/ha, luego anualmente 50-60  kg/ha  DAP-MAP  y algunos años Nitrógeno.

Control de malezas, uso de residuales en premergencia algunos años y luego controles mecánicos post pastoreo.

Luego  para  la  oferta  forrajera  puntual de  invierno  o  verano,  se  realizan  verdeos, Avena+Vicia, siembras de fin de enero, y algunos años sorgos sin buenos resultados para el pastoreo diferido.

Otro cultivo que se esta realizando es maíz de segunda, pensando en la producción de granos para el engorde o en algún momento confección de silaje de maíz, también con el mismo fin, y en enero volear Avena+Vicia para salir con el verdeo implantando post cosecha o picado.

El uso de rastrojos de todos los cultivos aportan una oferta forrajera limitada pero ayuda al descanso de las pasturas perennes.

Los resultados en los sistemas mixtos, cuando 2+2 = 5.

Autor: José M. Lizzi.

Afiliación del autor: Ing. Agr.- Especialista en Manejo de Sistemas pastoriles. Líder del Área de Ganadería de CREA – (unidad de I&D), docente posgrado en EPG-FAUBA, asesor del CREA San Cayetano-Tres Arroyos.

El proceso de agriculturización y de ganaderización.

Toda la superficie potencialmente agrícola más temprano que tarde termina en cultivo de granos, eso es una tendencia mundial (Mottet y col, 2015). En Argentina, este proceso se aceleró en el período 2003 – 2010 producto de un contexto de negocio y tecnológico muy favorables para el cultivo de granos. Este incremento de la superficie agrícola se realizó a expensas de superficie  ganadera de alto potencial productivo, rompiendo pasturas de loma. Por otro lado, el contexto del negocio ganadero en el mismo período no fue nada favorable, debido a una mala combinación de sequías e intervención de mercados. Como consecuencia de ello ocurrió la gran liquidación de 2009, a lo que siguió la posterior fase de escasez y retención del ciclo ganadero con el

incremento de precios tanto de la hacienda como de la carne.

Desde hace algunos años, China viene incrementando su demanda de carne. Esto se debe a la combinación de factores como: crecimiento económico, cambios culturales y de preferencias de consumo con una población mucho más urbana y la ocurrencia de la Peste Porcina Africana que afectó severamente su producción porcina. Eso generó un nuevo contexto de demanda internacional favoreciendo nuestro negocio ganadero.

Por otro lado, el modelo agrícola del país basado en la siembra directa con foco en la economía del agua y cultivos de verano empezó a mostrar señales de agotamiento. Los largos períodos de barbecho que permitían disponer de agua para los cultivos de verano en regiones subhúmedas y semiáridas generaron incremento en los niveles de las napas freáticas (Viglizzo y col, 2009). En la zona núcleo agrícola del país se incrementó la

recurrencia y severidad de inundaciones aún con precipitaciones en descenso. Esta problemática condujo a un nuevo paradigma: los cultivos de servicio (Swinton y col,

2007; Pinto y col, 2017). Estos cultivos de servicio no son ni más ni menos que gramíneas anuales de invierno puras o consociadas con leguminosas como vicia o tréboles. A partir de ello, se vuelve a incorporar la ganadería para aprovechar los cultivos de servicio. En la zona de interés (sudeste de la PBA), este proceso recién están iniciando ahora.

Resultados emergentes: 2+2=5.

Al referirnos a la dinámica de sistemas complejos aparece el concepto de “emergencia”. Un resultado emergente es aquel que se produce de forma no lineal y proporcional a los factores que lo causan, determinado por cómo se combinen (Forrester, 1994). Un ejemplo en términos ganaderos es la heterosis o vigor híbrido, donde un individuo debería tener el valor genético promedio de sus padres, pero en determinadas circunstancias este valor genético es mayor.

En el análisis de sistemas de producción agrícola de la región Pampeana, se comprobó como resultado emergente que la rentabilidad se incrementó en la medida que los sistemas eran más diversos en actividades (Pacin y Oesterheld, 2014). Otro resultado emergente fue que la estabilidad en los resultados económicos también fue mayor en los sistemas más diversos.

Los sistemas mixtos en Tres Arroyos y sur de la provincia de Buenos Aires.

En el caso específico de Tres Arroyos y la región, el proceso de agriculturización también se dio, pero no con intensidad de otras regiones debido a las restricciones ambientales locales. La primera, es la baja profundidad efectiva de los suelos por la presencia de tosca, lo que determina una baja capacidad de almacenamiento de agua y nutrientes. La segunda, son las bajas temperaturas que condicionan las siembras de cultivo de verano y especialmente los de segunda.

Resultado emergente 1: en las rotaciones agrícolas puras sin cultivos de segunda, una proporción  importante de la superficie del sistema  (25 al 50% dependiendo de la rotación) pasa en barbecho desde la cosecha de fina (enero) hasta la implantación de la gruesa siguiente (octubre). En los sistemas mixtos, este período sobre esos suelos está ocupado por  verdeos de invierno que producen entre 200 y  400 kg de carne por hectárea. Éste es el primer resultado emergente.

Resultado emergente 2: el segundo, está relacionado al primero y tiene que ver con los servicios ecosistémicos que proveen los verdeos de invierno. Ello ocurre por mantener una cubierta verde haciendo fotosíntesis, secuestrando carbono y recirculando nutrientes. A su vez, producto de la implantación del cultivo el control de malezas será mejor y menos costoso. Un punto muy importante a considerar será el momento de ruptura de los verdeos para salir al próximo cultivo de gruesa. Ello estará determinado por: la fecha de siembra del cultivo, la capacidad de almacenamiento de agua del suelo, el umbral de agua en el suelo objetivo a la siembra y las precipitaciones. Los suelos con menor  capacidad  de  almacenamiento  se  recargan  con  menores  lluvias  por lo que

permite estirar el ciclo del verdeo sin afectar el rendimiento del cultivo. Los cultivos más tardíos también tienen más chances de ocurrencias de lluvias y recuperar el perfil.

Resultado emergente 3: en el caso de la región las pasturas en base alfalfa son parte de la rotación en sistemas 3×8, 4×8 o 5×5 (pastura perenne x cultivo agrícola). El incluir pasturas en la rotación generó incrementos en el Carbono Orgánico del Suelo (COS) y del nitrógeno orgánico y total (Studdert y Echevarria, 1997 y 2002). Además de lo que representa una  ganancia neta de COS (secuestro) como  efecto directo, esto tiene implicancias en toda la actividad biológica, los nutrientes de ciclo orgánico, porosidad y capacidad de retención de agua. En ensayos de rotaciones de largo plazo, la combinación de estos factores determinó que los cultivos con pastura como cultivo antecesor tuvieran mayores rendimientos (Forjan y Manso, 2016).

Resultado emergente 4: uno de los mayores problemas del paradigma agrícola actual es la generación de malezas y plagas resistentes de forma continua incluso quebrando las resistencias otorgadas por las mejoras genéticas de los cultivos. Esto genera un ciclo de retroalimentación de mayor uso de herbicidas, selección de individuos resistentes, cambios a otras formulaciones, combinaciones de principios activos y nuevos incrementos de dosis, pero el problema no se resuelve. Al incluir pasturas este ciclo se rompe y el efecto directo es la disminución del uso de agroquímicos (hasta un 20%) con una mayor reducción de la toxicidad (EIQ) de las aplicaciones.

Resultado emergente 5: ya se mencionó el aspecto económico, sin embargo, a la hora de hacer la comparación hoy la producción de carne sobre pasturas pe rennes bien manejadas en la región está en un rango de 500 a 750 kg/Ha/año. A los valores actuales del novillo, que son buenos para la hacienda, pero extraordinarios para el trigo y cebada, esa producción de carne representa hoy el mismo ingreso que un tri go de 7 t/ha de rendimiento, con el beneficio de la estabilidad ya mencionado.

Resultado emergente 6: el mundo hoy está debatiendo y cuestionando nuestra forma de producir alimentos, el uso (y abuso) de agroquímicos, el uso de antibióticos para la producción de carne, las emisiones de GEIs pero sobre todo la eficiencia trófica de las cadenas productivas y de las cadenas de valor globales. La tendencia es orientar cada vez más los sistemas de agrícolas a la producción de alimentos y no de granos forrajeros o industriales bajo el concepto de FEED vs FOOD (Godfray y col, 2010; Mottet y col,

2015). Pese a las críticas ambientales, ciertamente poco fundadas, por las emisiones de metano entérico, la ganadería ya sea de carne o leche produce alimentos de alto valor biológico.

Conclusiones:

Hay aspectos de gustos y vocacionales por los cuales alguien podría decidir no hacer ganadería en un campo agrícola. Sin embargo, hoy existe mucha evidencia de que los sistemas mixtos son más sustentables y rentables que los sistemas agrícolas puros y en especial en zonas agrícolas con potencial intermedio. Es claro que los sistemas complejos demandan otro nivel de gestión, infraestructura y mano de obra y para muchos esto es un resultado emergente negativo. Para aquellos que disfrutan de criar y engordar ganado y que están dispuestos a asumir la complejidad de los sistemas mixtos, hoy los resultados son auspiciosos en varias dimensiones: resultados económicos, uso de la tierra, impacto ambiental favorable, oferta directa de alimentos y todavía se puede mejorar  mucho  más. Para ello, uno de los principales desafíos será la gestión del negocio, medir y aprender de forma permanente. Tenemos el gran desafío de producir alimentos para un mundo que no para de demandarlos, haciéndolo con ma yor eficiencia y cuidando el ambiente. Tenemos el desafío de revertir el cambio climático y para ello maximizar  la  fotosíntesis  total  del  sistema  y para  lograrlo  no podemos pensar  en barbechos de 9 meses. Sin duda, la implementación de sistemas mixtos eficientes y productivos son hoy la mejor alternativa para lograrlo.

 

Referencias:

Forjan, H. J., & Manso, M. L. (2016). Rotaciones y secuencias de cultivo en la región mixta cerealera del centro-sur bonaerense. Ediciones INTA.

Forrester, J. W. (1994). System dynamics, systems thinking, and soft OR. System dynamics review, 10(2‐3), 245-256.

Godfray, H. C. J., Beddington, J. R., Crute, I. R., Haddad, L., Lawrence, D., Muir, J. F., … & Toulmin,   C.   (2010).   Food   security:   the   challenge   of   feeding   9   billion people. science, 327(5967), 812-818.

Mottet, A., de Haan, C., Falcucci, A., Tempio, G., Opio, C., & Gerber, P. (2017). Livestock: On  our  plates  or  eating  at  our  table?  A  new  analysis  of  the  feed/food debate. Global Food Security, 14, 1-8.

Pacín, F., &  Oesterheld, M. (2014). In-farm diversity stabilizes return on  capital in

Argentine agro-ecosystems. Agricultural systems, 124, 51-59.

Pinto, P., Long, M. E. F., & Piñeiro, G. (2017). Including cover crops during fallow periods for increasing ecosystem services: Is it possible in croplands of Southern South America?. Agriculture, Ecosystems & Environment, 248, 48-57.

Studdert, G. A., Echeverría, H. E., & Casanovas, E. M. (1997). Crop‐pasture rotation for sustaining the quality and productivity of a typic Argiudoll. Soil Science Society of America Journal, 61(5), 1466-1472.

Studdert, G. A., & Echeverría, H. E. (2002). Rotaciones mixtas, labranzas y carbono orgánico en la capa arable en el sudeste bonaerense. Jornada de Actualización Técnica para Profesionales “Fertilidad.

Swinton, S. M., Lupi, F., Robertson, G. P., & Hamilton, S. K. (2007). Ecosystem services and      agriculture:    cultivating      agricultural      ecosystems      for      diverse benefits. Ecological economics, 64(2), 245-252.

Viglizzo, E. F., Jobbágy, E. G., Carreño, L., Frank, F. C., Aragón, R., De Oro, L., & Salvador, V. (2009). The dynamics of cultivation and floods in arable lands of Central Argentina. Hydrology and Earth System Sciences, 13(4), 491-502.

La suplementación en los ciclos de invernada

La ganadería enfrenta desafíos productivos, como lo es la generación de sistemas de recrías cortas para la producción de novillos pesados de cara a la demanda de mercados de exportación de animales de mayor peso de faena y estándares de calidad superior (c.a., marbling, mayor área de ojo de bife, ternera, perfiles de ácidos grasos saludable, etc.). El aumento en el peso de faena es una estrategia ampliamente conocida  – y repetida – para incrementar relativamente rápido la oferta de carne en el mercado local sin aumentos en el stock, y permite generar saldos exportables mayores en vista de un fortalecimiento comercial del sector y de la cadena. Obviamente, esto no se contrapone con la necesidad de contar con mayor número anual de animales para faena mejorando la eficiencia de procreo y de ser posible incrementando el número de vientres.

En este sentido, la suplementación estratégica es una alternativa para garantizar buenos ritmos de ganancia de peso y de este modo acortar los ciclos de invernada. Los sistemas mixtos a base de pasturas perennes (base alfalfa) permiten contar con forraje voluminoso de buena calidad complementados con la disponibilidad de un menú variado de recursos forrajeros y reservas de alta calidad.

Como  fue  mencionado  con  anterioridad  la  suplementación,  permite  evitar  los baches nutricionales que generan periodos de restricción de la alimentación y crecimiento durante la etapa de recría, extendiendo el ciclo de engorde y afectando en muchos casos los estándares de calidad solicitados por ciertas cuotas y/o mercados externos. Esto se da en situaciones prácticas, y están estrechamente asociadas con las prácticas de alimentación durante la etapa de recría del ternero y su interacción con la respuesta de los individuos de una tropa.

Importancia del ajuste nutricional de edades tempranas a faena, mediante suplementación

 

El plano nutricional a edades tempranas (Fuston et al., 2010; Shoup et al., 2015) – en particular los primeros meses de vida – ha sido observado que impactan sobre el desempeño productivo  animal futuro y en las características de la carne. Estudios realizados en la EEA INTA Cesáreo Naredo durante tres ciclos (nacimientos de 2017, 2018,  y  2019)  desde  nacimiento  a  faena  de  novillos  muestran  ventajas  de  la suplementación al pie de la madre y durante la recría pos destete que se sostienen sobre todo el ciclo de invernada. En estos trabajos se testearon cuatro combinaciones de cadenas alimentación distintas desde el nacimiento del ternero a la terminación del novillo. Las diferencias consistían en terneros con o sin suplementación al pie de la madre que luego se combinaban con una cadena forrajera de alta calidad (verdeos de invierno + picado de maíz) vs. mediana calidad (pastura + rollos) durante la recría invernal.  Luego de finalizado el invierno, todos los tratamientos fueron a pastura base alfalfa hasta el otoño, para finalmente entrar a un encierre de terminación. De los resultados de estos años de ensayos se observó la ventaja en el peso vivo por la mejora del plano nutricional tanto al pie de la madre y durante la recría invernal (Figura 1). Dependiendo del año  la  suplementación  al pie de la madre produjo en promedio terneros más pesados al destete, y estas diferencias se mantuvieron hasta faena. De modo similar, sucedió con el plano nutricional superior de invierno, más allá de potenciales compensaciones durante primavera y verano sobre pasturas base alfalfa la diferencia de la recría invernal se mantuvo.

Fig. 1.

Además, la mejora mediante suplementación tanto pre como pos destete produjo carcasas más pesadas y mayor rendimiento. Finalmente, la suplementación al pie de la madre generó novillos de mayor área de ojo de bife y mayor espesor de grasa dorsal (Figura 2).

Fig. 2.

 

Otras prácticas, como un alto plano nutricional (Shoup et al., 2015; Schelffer et al., 2014, Nyannkalic et al., 2015) mediante destete precoz logran un mayor nivel de engrasamiento intramuscular y más precoz, mayor terneza y jugosidad (Shoomaker et al., 2001).  Por otra parte, un plano nutricional alto pos-destete – hasta los 16 meses, permite reducir los ciclos de engorde, no obstante ganancias de peso excesivamente elevadas pueden afectar negativamente la respuesta durante la etapa a pastoreo posterior.

En este sentido, la nutrición del ternero durante distintas etapas de su vida permite lograr novillos de mayor peso y mejor calidad que impactan económicamente.En  términos generales  – en base a resultados de varios estudios  – una adecuada nutrición durante la cría puede mejorar el peso de los terneros que van a ingresar a la invernada entre 14 y 41 kg. Una recría invernal de buenas ganancias de peso mejora los aumentos de peso durante la primavera-verano, el desarrollo de área de ojo de bife, el espesor de grasa dorsal, la altura de cadera, y el veteado. En contraste bajas ganancias (<400 o 500 g/d) o excesivamente altas (>1000 g/d) durante la recría pos destete afectan negativamente sobre las ganancias primavero-estivales.   Es importante resaltar, que terneros que tuvieron un plano nutricional superior al pie de la madre (suplementación del ternero o creep-feeding) aun en los años en que no hubo diferencias significativas en peso al destete llegaron con más peso al fin de la recría y engorde pastoril de verano y en el ciclo de corral final. En la combinación de alimentación de máxima los novillos alcanzaron un peso de faena de 497 kg, mientras que las combinaciones intermedias 470 kg, y la cadena de alimentación de menor performance 448 kg. Los lotes de terneros con mejor alimentación al pie de la madre tuvieron mayor proporción de animales con mejor grado de terminación al fin de la etapa de corral, y además presentaron mayor espesor promedio de grasa dorsal y área de ojo de bife.  Por otra parte, los tern eros de mejor alimentación temprana y pos-destete brindan la posibilidad de sacar una mayor proporción de novillos de campo, con valores inferiores de mercado, pero con costos de producción inferior.

En síntesis, una suplementación estratégica es crítica para lograr ciclos cortos de engorde. La nutrición del ternero/a predestete impacta en todo el ciclo de la invernada, aunque no genere diferencias de peso al destete. Por otra parte, una adecuada recría invernal permite aprovechar el pasto de primavera y llegar con novillos de mayor peso hacia fines del verano.

 

Respuesta a la suplementación según pastura, suplemento y cantidad de suplemento

El consumo bajo condiciones de pastoreo, sin restricciones de disponibilidad, es función de la calidad y la cantidad.  Una de las principales limitantes junto a la calidad del forraje de las pasturas es la asignación y la disponibilidad de forraje para obtener consumos deseables, este concepto no es nuevo, y en este aspecto está el compromiso entre la producción por hectárea y la ganancia individual.  Una buena asignación (kg de materia seca cada 100 kg de peso vivo) de forraje permite tener ganancias de peso de 700 y 800 gramos. Por el contrario, si reducimos la asignación, se limita el consumo y la calidad  del  forraje   consumido.  Por  lo  tanto,  este  aspecto  es  relevante  en  el sostenimiento de buenas ganancias de peso. En el caso de tener limitaciones de forraje, el uso de suplementos energéticos (granos y silajes) permiten amortiguar estas deficiencias.

Consumo. La suplementación aumenta el consumo total a medida que aumenta la cantidad ofrecida de suplemento. Cuando se suplementa forrajes voluminosos con concentrados se producen efectos asociativos, que pueden ser positivos, o negativos en el uso de pasto.

En términos generales, cuando se suplementa una pastura se produce una disminución del consumo del forraje, esto se denomina “sustitución”.   Cuando por cada kg de suplemento se reduce el consumo de forraje menos de 1 kg, el consumo total (pasto + suplemento) será igual o mayor al consumo de pastura sin suplementación. Esto se denomina “sustitución con adición”. Por ejemplo, un ternero de 200 kg que consume 5 kg de materia seca de verdeo solo por día, si cuando se suplementa con 2 kg de grano y el consumo total (verdeo + grano) es de 6 kg de materia seca. Por el contrario, si por cada kg de suplemento suministrado el consumo de forraje se reduce más de 1 kg, esto se denomina “sustitución con depresión”, generalmente se da cuando la suplementación afecta negativamente la digestión del forraje basal. Esta respuesta tomando el mismo ejemplo anterior, cuando suplemento el total de consumo sería menor de 5 kg de MS total por día. Finalmente, cuando la suplementación aumenta el consumo de forraje se denomina “adición con estímulo”.

En general, cuanto más alta es la tasa de sustitución la respuesta a la suplementación es menor y la eficiencia de uso del suplemento se reduce.  La sustitución depende de la cantidad y calidad de la pastura, el tipo de suplemento y la categoría animal.

Con respecto a la pastura a mayor disponibilidad (altura, masa forrajera) y mejor calidad se  incrementa  la  sustitución.  En  verdeos  y  pasturas  templadas de alta  calidad  las sustituciones son más elevada (superior a 0,5).   En general, cuando la pastura tiene niveles elevados de proteína la tasa de sustitución aumenta (Cuadro 1).  En forrajes de alta calidad, como los verdeos y pasturas templadas la sustitución deprime el consumo de forraje en más del 1% del peso vivo

 

 

 

Cuadro 1. Efecto del contenido de proteína sobre el consumo de forraje (Bowman y Sanson, 1996)

Calidad de la pastura,                         %                                       PB

<7                                                      7 a 14                                   >14

Efecto del suplemento sobre

el consumo de forraje, % PV   ↑ 0-0,75%      0-1%                              > 1%

 

En pasturas naturales, rastrojos, megatérmicas o pasturas templadas en estados avanzados de madurez la suplementación produce adición con estimulo, mientras en verdeos y pasturas perennes templadas se incrementa la sustitución (Moore et al.,1999).

Por  otra  parte,  el  tipo  de  suplemento,  forraje  voluminoso  (rollos,  picado,  etc.), concentrados energéticos (granos) y concentrado proteicas (expeller de girasol o soja, etc.) tienen distintos efectos sobre el consumo. En general la suplementación con forraje voluminoso reduce más el consumo que la suplementación con concentrados.   En forrajes de baja calidad (PB<7% y FDN>65%) la respuesta a la suplementación con concentrados proteicos es la más efectiva en incremento de consumo del forraje.

La  suplementacion  creciente  de  forrajes  de  alta  calidad  con  grano  incrementa  el consumo total, pero deprime el consumo de forraje en forma lineal. Elizalde et al. (1999)   observaron  qué  si  bien  el  incremento del  suministro de  suplemento disminuyó  el consumo, esta sustitución mantuvo una tasa lineal trabajando en un rango de suplementación de 0,4 a 1,2% del PV.

Digestión y metabolismo ruminal. El efecto del suplemento sobre la digestión ruminal depende del tipo de suplemento y forraje. En forrajes de baja calidad, la suplementaci ón con concentrados proteicos (i.e., expeller de soja o girasol) incrementan el contenido de ruminal de proteína mejorando la tasa de digestión y la tasa de pasaje del forraje. Esto se traduce en una mejora en el consumo de materia orgánica digestible total, mejorando el estatus nutricional del animal. No obstante, si bien en algunos estudios se observa incremento en la digestión del forraje, en otros el incremento de la tasa de pasaje neutraliza el beneficio sobre la digestión.

La suplementación con granos, según el nivel, puede afectar el uso del forraje debido a un efecto de reducción del pH ruminal inhibiendo los microorganismos fibrolíticos, y debido al denominado “efecto carbohidrato” que reduce la digestión de la fibra solo por la presencia. El efecto carbohidrato se produce cuando la disponibilidad ruminal de nitrógeno es limitante. En este sentido si la relación proteína degradable en rumen: materia seca digestible es superior a 10% se revierte el efecto negativo (Kleveshal et al., 2003). La población microbiana que digiere la fibra son afectadas por la suplementación, por lo tanto, es necesario un periodo de adaptación a la suplementacion de 12 a 21 de incrementos graduales para evitar desórdenes ruminales (acidosis por producción de ácido láctico).

Producción de carne. La suplementación a pastoreo tiene dos objetivos y/o impactos posibles, la mejora de la ganancia de peso individual y/o el aumento de la receptividad o carga. Las combinaciones de ambas respuestas se traducen en un incremento de la productividad por hectárea ganadera. Además, la mejora de planos nutricionales en determinados momentos del ciclo productivo del animal mediante la suplementación puede potenciar el desempeño en etapas posterior.

De manera similar a los descripto, sobre el efecto de la suplementación sobre el consumo, la respuesta productiva a la suplementación puede ser de “sustitución” y/o “adición”. La adición se da cuando hay situaciones limitantes de consumo de la pastura por calidad o cantidad de forraje disponible, mientras que la sustitución se produce con pasturas de alta calidad y alta disponibilidad (ej., verdeos de invierno, pasturas base alfalfa, etc.). Cuando la calidad y/o cantidad son limitantes, la suplementación mejora la ganancia individual pero no afecta carga, bajo estas condiciones el aumento de producción de carne se debe exclusivamente al aumento de ganancia de peso individual (Cuadro 2). Por otra parte, con forrajes de alta calidad la ganancia de peso es generalmente similar en lo animales suplementados y los no suplementados, solo ocurre una sustitución por lo tanto permite extender la duración del recurso o aumentar la carga, y el impacto en producción por hectárea se da por un incremento en la carga más que un aumento en la ganancia de peso (esto es frecuente en verdeos de invierno; Cuadro 2). En general, la suplementación a pastoreo tiene una respuesta combinada de sustitución y adición, donde predomina un beneficio por sustitución cuando la calidad de la pastura es alta y predomina la adición cuando se presenta limitante s de calidad y cantidad.

Cuadro 2. Respuesta a la suplementación según las características de las pasturas.

 

Características de la pastura         Efecto           GDP        Receptividad      Prod/ ha     

 

Calidad deficiente o disponibilidad A* 0
limitada
Buena calidad y disponibilidad

Calidad y disponibilidad intermedias

S*

A+S

0

*A = Adición  S = Sustitución

 

 

 

En sistemas base pastoril, para alcanzar ciclos cortos de engorde de novillos (más de

430-450 kg) las ganancias de peso promedio tienen que ser superiores a 600 g por día.

Esto evita que tengamos un incremento de carga invernal por la permanencia en un segundo invierno. Mientras que en primavera e invierno (Julio-agosto) las ganancias responden  al  aumenta  de  la  asignación  de  pasto  (dejando  remanen tes  mayores), alcanzando ganancias de peso superiores a 700 g por día sin necesidad de suplementar. En estos casos la suplementación, si no hay restricciones de disponibilidad, no incrementan en forma eficiente la ganancia de peso.  La conversión del suplemento (ej. kg grano: kg ganancia de peso es > 7 a 1).  En contraste, el verano y/o otoño son las estaciones donde mayor la suplementación es más eficiente.   Un ejemplo, claro y frecuente, son los verdeos de invierno en otoño donde por más que haya gran disponibilidad de forraje las ganancias de peso son bajas. En esta situación la suplementación mejora las ganancias de peso.

La suplementación con granos, es más eficiente en las estaciones de otoño que en la primavera y verano. No obstante, en ciertos momentos del verano – según el año – la suplementación puede ser necesaria para mantener ganancias de peso aceptables y de       este modo no extender el período de terminación.

En  síntesis,  el  efecto  de  la  suplementación  sobre  la  ganancia  de  peso  individual dependerá del consumo y la utilización de la dieta global que está relacionado con la disponibilidad y calidad de la pastura, y por supuesto por el tipo de suplemento y cantidad del mismo.

El suministro de concentrados en animales con una dieta base forrajera o  pastura producen un impacto positivo en la ganancia de peso, no obstante, esta ventaja es variable con algunos casos negativos o nulos.

La  eficiencia  del  suplemento depende del  tipo  de  suplemento y  el  tipo  de forrajes.  En forrajes como rastrojos (ej. Maíz) o pasturas de baja calidad (ej. Agropiro encañado, megatérmicas diferidas) los suplementos más efectivos son los concentrados proteicos, porque estimulan el consumo y aunque en menor medida la digestibilidad del forraje. Con este tipo de suplementación la ganancia diaria de peso se incrementa entre 100 y 200 g/d pasando a ganancias de 300 o 400 g.  En este sentido las fuentes más eficiencia en términos productivas son los expellers (soja, girasol, etc.), seguidos por concentrados con contenido proteico intermedio (sojilla, afrechillo de trigo, etc.) y los suplementos   con   nitrógeno   no   proteico   (granos   con   urea).   En   este   tipo   de suplementación correctiva y de bajos niveles se dan generalmente las mejores eficiencias, 4:1 o menores.

Si los objetivos productivos o las necesidades del sistema requieren de mayores ganancias de peso con estos recursos se recomienda el uso de suplementos energético proteicos  (mezclas de  granos  con  concentrados  proteicos)  a  niveles  superiores  de suplementación y con conversiones del suplemento mayores, normalmente mayores a 7.

En verdeos y pasturas de alta calidad la respuesta al suplemento está condicionada a la asignación de forraje. Si la disponibilidad de pasto no es limitante generalmente el beneficio de la suplementación el bajo o nulo. En síntesis, esto se debe a que el animal sustituye forraje por grano y no mejora significativamente la ganancia medida en peso vivo.  Mientras qué si la situación es a la inversa, con limitaciones así la respuesta en significativa.  En general con asignaciones (materia seca) de forraje menores del 2,5% del peso vivo la eficiencia del suplemento es de 5:1, mientras con asignaciones de forraje superiores la conversión de mayor de 7.

A medida que aumenta el nivel de suplementación si bien puede haber un incremento en la ganancia de peso, debido a un mayor consumo de energía total, la eficiencia de conversión del suplemento es menor (más suplemento para hacer un kg adicional por la suplementación).

No obstante, niveles más elevados de suplementación con grano, incrementarán el contenido total de energía de la dieta y al cambio en la fuente de aporte de energía (fibra, azúcares a almidón) favoreciendo el engrasamiento de animales en terminación.

Por otra parte, los silajes de maíz o sorgo son recursos que permiten sostener mayores cargas durante el invierno y mantener altas ganancias de peso. No obstante, en general el uso de los ensilados como suplemento de pasturas de buena calidad no mejoran el aumento medio diario, sino que aumentan la receptividad.

En síntesis, la suplementación es una herramienta importante para los sistemas base pastoril que nos permiten corregir deficiencias en cantidad y calidad sujetas a las variaciones interanuales y estacionales para potenciar los sistemas de invernada de ciclos cortos. Es importante hacer hincapié bajo que situaciones utilizarla de modo tal que resulte en un beneficio en la mejora de la rentabilidad del sistema.

Optimizar al máximo el uso de pasturas, no hay otra opción.

Resumen

Ing. Agr. Francisco Caldentey INTA AER Azul, EEA Cuenca del Salado Facultad de Agronomía de Azul, UNICEN caldentey.francisco@inta.gob.ar franciscocaldentey@azul.unicen.edu.ar

 

Introducción

Los sistemas de cría e invernada en el centro de la provincia de Buenos Aires son predominantemente  pastoriles.  Esto  plantea  la  necesidad  de  hacer  un  uso eficiente de estos recursos para lograr altas producciones de carne. Para las pasturas perennes esto es aún más importante ya que implica un costo su implantación y se espera que esto redunde en aumentos de la producción. Para esto es fundamental logar un manejo eficiente del agua y nutriente disminuyendo las pérdidas de material por muerte de hojas o plantas. A continuación se plantean algunas propuestas para un manejo que permita maximizar el uso de pasturas.

Como son los “pastos” o gramíneas

 

Cada mata en realidad está compuesta por muchos macollos más chicos. Una buena pastura es aquella que tiene muchos macollos que va a permitir una mayor cobertura del suelo y en definitiva producción de forraje.

Algunas formas de llamar las partes de una pastura

Hay muchas maneras de nombrar las partes de una pastura y lo que come el animal, a continuación veremos algunas. Se puede considerar oferta total a todo el  forraje  que  hay desde la  base  de la  tierra hasta las  puntas  de las  hojas. Remanente es lo que queda luego del pastoreo, esto debería ser una elección del responsable del pastoreo y no una consecuencia del tiempo que estuvieron los animales, es algo que hay que decidir cuánto dejar. Asignación es lo que se espera que los animales consuman, nuevamente debería ser una elección tomada antes de que los animales entren a pastorear.

Primer pastoreo luego de la siembra

El primer pastoreo luego de la siembra (tradicionalmente en otoño) de una pastura base gramínea se podría hacer durante el primer invierno de la pastura. Una vez que la gramínea base de la pastura (festuca, raigrás, agropiro) alcanzó 3 hojas completamente desarrolladas es posible pastorear sin dañarla. En este pastoreo el foco debe estar puesto en la pastura y no en la cantidad de raciones que se pueden sacar. El objetivo es romper la dominancia que ejercen los macollos más grandes y favorecer la aparición de nuevos macollos. Se debería realiza con altas cargas y pocos días de permanencia siempre y cuando haya piso y las plantas no se arranquen.

¿Cuándo entrar a comer pasturas base gramíneas?

En general los macollos de las gramíneas templadas en nuestra zona no pueden mantener más de tres hojas vivas, por lo tanto una manera de aprovechar al máximo el crecimiento y el costo de producir esas hojas es evitar que se mueran y pastorear en ese momento.

Esto significa que se debería entrar a pastorear cuando la pastura tiene entre 2500 y 2800 kgMS/ha de oferta total, esto es entre 25 y 30 cm de altura, tres hojas verdes completamente expandidas. Mayores acumulaciones implican mucho sombreo en la base de las plantas, muerte de las hojas inferiores más viejas y pérdida de calidad de la pastura.

 

¿Cuánto pasto dejar? REMANENTE

Las gramíneas templadas que comúnmente se siembran en las pasturas (raigrás, festuca, agropiro) no tienen reservas por lo tanto dependen de las hojas para crecer y rebrotar. Esto significa que si el objetivo es un rápido rebrote luego del pastoreo se debe dejar hojas verdes (parte de hojas) para permitirle captar radiación solar acelerar el crecimiento.

 

Con el tiempo, en pasturas manejadas de esta manera  se puede observar el crecimiento de hojas al ras del suelo que no están accesibles para los animales, esto permite mantener altas tasas de fotosíntesis y un rápido rebrote.

Se pueden lograr remanentes de 5 cm de altura y entre 800 a 1000 kgMS/ha con suficiente cantidad de hojas y material verde para un rápido rebrote.

Control temprano de floración EVITAR QUE ENCAÑEN

Por su naturaleza las gramíneas buscan producir semillas para reproducirse. El problema es que cuando un macollo florece (se encaña), pasa a ser un destino prioritario de nutrientes quedando relegados los macollos más chicos, pudiendo producirse la muerte de estos últimos en situaciones de estrés. Si todos los años las pasturas se encañan comienza a cambiar la estructura de la pastura y se empiezan a ver matas por muerte de macollos chicos y mucho crecimiento de los macollos  que  se  encañan.  Con  manejo  se  puede  evitar  la  “encañada”  de  la pastura cortando la floración.

La flor se comienza a formar mucho antes de que se vean las cañas. Se forma en la base del macollo y comienza a subir por el “tallo”. En este momento es que se deben realizar pastoreos intensos para cortar esa flor que está creciendo dentro del tallo y evitar que se produzca la caña.

En el centro de la provincia de Bueno Aires la floración de la festuca comienza a partir  de  agosto-septiembre,  el  agropiro  un poco  más  tarde,  en  octubre.  Con pastoreos  intensos  en  estos  meses  se  cortan  las  flores,  se  evita  que  esos macollos encañen y se evita la muerte de los macollos más pequeños. De esta manera se forman pasturas cespitosas con alta proporción de hojas y de muy buena calidad.

¿Y las pasturas con alfalfa?

En pasturas mezcla con alfalfa o pasturas de alfalfa pura, la que define el manejo es la alfalfa. A diferencia de la mayoría de las gramíneas tiene la capacidad de acumular reservas en la raíz y corona. Este órgano ramificado se ubica a nivel del suelo o levemente por debajo de él y es de donde se originan los tallos principales. La planta utiliza estas reservas acumuladas para iniciar rebrotes luego de cada pastoreo.

Primer pastoreo luego de la siembra

Se considera período de implantación en alfalfa hasta que la pastura logra acumular 5000 kgMS/ha o hasta la aparición de las primeras flores. Durante este período no se debe pastorear la alfalfa ya que la planta prioriza el crecimiento de las raíces en esta etapa. Favorecer el crecimiento y cuidar las raíces va a permitir mayor producción de forraje y pasturas más perennes.

Si se trata de una pastura mezcla con festuca, cebadilla o alguna otra gramínea y estas especies crecen por encima de la alfalfa impidiendo que reciba luz solar, si es recomendable un pastoreo para despejarle el camino a la alfalfa.

 

¿Cuándo entrar a comer pasturas base alfalfa luego del período de implantación?

Se podría determinar el manejo de pasturas con alfalfa con objetivos diferentes según el momento del año. Desde fin de invierno hasta enero (en el centro de la provincia de Buenos Aires) el manejo de la alfalfa debería buscar maximizar la respuesta animal, esto es, pastorear cuando la planta logra máxima acumulación de forraje de buena calidad. Para ello es conveniente manejarlas en función de su estructura y forma. Desde agosto/septiembre hasta enero aproximadamente se podrían definir las entradas a pastorear cuando la pastura tiene aproximadamente 30 cm de altura, lo que significa una oferta total de 1900-2100 kgMS/ha.

 

En caso de no contar con maneras de estimar la oferta total de forraje se podría utilizar la cantidad de nudos en los tallos principales. Para identificar los nudos simplemente se debe observar el punto donde cada hoja trifoliada de alfalfa se une con el tallo. En primavera/verano se podría comenzar los pastoreos a partir de 9 nudos.

Este manejo implica una alta frecuencia de pastoreo (descansos de 17-25 días) y “castiga” un poco a la alfalfa ya que no se logra recuperar totalmente las reservas que la planta utiliza en cada rebrote.

 

Descanso OBLIGADO

A partir de enero y hasta la primera helada es momento de pensar en la alfalfa y prepararla para pasar el invierno. Durante este período la planta direcciona naturalmente una alta proporción de recursos a las raíces, por lo tanto es el momento ideal para recuperar las reservas en raíz y corona. Para hacer esto es necesario un ciclo de crecimiento libre completo, esto es, hasta que fl orezca. Con esto se logra recuperar las reservas en raíz y corona, lo que permite que la planta enfrente mejor el invierno, logre mejor rebrote en la primavera siguiente y disminuye la pérdida de plantas.

 

¿Cuánto pasto dejar? REMANENTE

Por las características mencionadas de alfalfa y su capacidad de rebrotar a partir de reservas, no es necesario que el remanente sea importante o que conserve hojas verdes. Se debe cuidar la integridad de la corona por lo que pastoreos de corta duración (pocos días en la parcela) y de alta intensidad dejando remanentes de aproximadamente 5 cm son adecuados para este tipo de pasturas.

 

Referencias bibliográficas

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–    Berone, G. D., Sardiña, M., Moot, D. 2019. Grass and Forage Sience. DOI:

 

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–    Caldentey, F., Leaden, K., Recavarren, P. y Figliuolo, A. ¿Qué dicen los modelos de lo que decidimos en el campo? RAPA VOL 40 SUPL. 1:81 (2020).

–    Olivo, S. 2018. Producción de forraje de alfalfa (Medicago sativa L.) en respuesta al arreglo espacial  de siembra y al  manejo de la defoliación en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Mar del Plata. Balcarce. 70 p.

–    Recavarren,  P.,  Figliuolo,  A.,  Caldentey,  F.  y  Leaden,  K.  ¿Qué  vemos cuando estimamos pasto? REVISTA ARGENTINA DE PRODUCCIÓN ANIMAL VOL 40 SUPL. 1:79 (2020).

–  Recavarren, P., Figliuolo, A., Caldentey, F. y Leaden, K. Discutiendo asignaciones y remanentes de pastoreo. RAPA VOL 40 SUPL. 1:80 (2020)

–    Vazquez, R. J. y Berone, G. D. Descanso otoñal de pasturas de alfalfa en el bsudeste bonaerense: ¿Cuándo debe comenzar?. RAPA VOL 39 SUPL. 1 (2019)


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