Cálculo de Margen Bruto Variable
Una herramienta que cada día se ve más en el agro, es la aplicación de tecnología variable dentro de un lote. Mediante la correcta lectura de imágenes satelitales, buenos diagnósticos de estudios de suelos, así como de abundante recopilación de historias de los lotes en cuanto a rindes, población de malezas, etc., el productor hoy puede manejar sus cultivos de forma variable, tanto en lo que hace a densidad, como fertilizantes a utilizar, dosis de defensivos, etc., para lograr el máximo de eficiencia de los distintos insumos en cada sector de su campo.
Esto es posible gracias a las nuevas herramientas, que, con una correcta programación, pueden aplicar densidades y dosis diferentes optimizando el uso de los distintos recursos.
Para hacer un ejemplo práctico, tomamos los datos de un campo en la localidad de Cascallares. En un primer momento analizamos un lote de girasol, como una unidad. El rinde del mismo fue de 19 qq/ha, y el margen que arrojó fue de 120 u$/ha. Luego de un rato de charla y de ver los mapas que nos brindó la cosechadora, decidimos analizar cada ambiente por separado. Se dividió el lote en dos ambientes. Uno de mayor potencial y el otro de menor. En el ambiente de mejor potencial se sembraron 55.000 semillas/ha, se fertilizó con 80 kg de PDA y 60 kg de urea. En el de menor potencial se sembró 50.000 semillas/ha, 60 kg/ha. de PDA y 30 kg/ha de urea. El resto de los insumos se utilizaron de la misma forma en ambas partes del lote.
La diferencia entre el mejor y el peor ambiente en cuanto al costo de la inversión fue de solo de 5%, pero el rinde tuvo una diferencia del 64% entre los dos ambientes. Mientras el mejor ambiente rindió 23 qq/ha., el ambiente inferior, sólo 14 qq/ha.
Esta tecnología nos puede ayudar a utilizar mejor los insumos, seguir corrigiendo la densidad de siembra o replantearse si conviene sembrar girasol en la parte del lote de peor calidad.
Luego analizamos el caso de un lote de maíz, sembrado cerca de Tres Arroyos. El promedio del lote nos dio que perdía 83 u$/ha.
El lote se dividió en tres ambientes. Uno con alto potencial, otro medio y el último, bajo.
En el caso del lote con potencial se sembraron 32000 semillas/ha, con 70 kg de PDA y se aplicaron 370 kg/ha de urea. En el caso del lote de mediano potencial se sembraron 28000 semilla/ha, con 60 kg de PDA y se fertilizó con 270 kg/ha de urea. En el de bajo potencial se sembraron 22000 sem/ ha con 50 kg/ha pda y fertilizado con 100 kg/ha urea. En este caso la diferencia en el uso de tecnología fue más marcada que en el ejemplo anterior. La diferencia de la inversión en el caso del lote de mejor potencial con el de menor fue de casi un 30%. Es decir, se gastó 30% más, en ese ambiente. El rinde se quintuplicó en el mejor ambiente con respecto al peor.
Como vemos en los distintos ejemplos, hay mucho para trabajar. Si nos quedamos con el promedio del lote es una lectura. Al dividirlo podemos ver el potencial de algunos ambientes, que responden ante la aplicación de insumos y otros que ni aplicándole obtenemos resultados.