Qué reclaman los productores exportadores que siguen sin cupos
Son grupos de ganaderos que producen carnes con marcas y desarrollan canales comerciales para posicionarse en nichos de alto valor. “A pesar de las inversiones que realizamos, hoy debemos negociar un cupo con los frigoríficos en condiciones desventajosas y hay demoras para tramitar la cesión. Las autoridades nos prometieron una solución, pero todavía no llega”, plantean desde APEA.
“Los grupos de productores exportadores tenemos liberada la cuota Hilton, la 481 y la de EE.UU., igual que todos los operadores. Pero el resto de los cortes, para nosotros, quedó limitado y esto nos está afectando la integración de la res para poder maximizar su valor. Nos vemos obligados a negociar un cupo con los frigoríficos”, planteó a Valor Carne el Ing. Agr. Fernando Herrera, Director de la Asociación de Productores Exportadores de la Argentina (APEA), una organización sin fines de lucro que promueve la integración de los productores para que lleguen con sus marcas al mundo. Y agregó: “Más allá de las razones del Gobierno para intervenir en el mercado de la carne, nos preocupa la inequidad. La medida perjudica a numerosas empresas especializadas en producir hacienda de calidad y que reciben una bonificación”.
En concreto, el foco del problema no es sólo haber quedado fuera del cupo de la vaca conserva para China, otorgado hace un par de días mediante la Resolución 219. “No es lo trascendente, en realidad, desde junio, no podemos exportar libremente ni la picaña a Brasil ni los cortes de la rueda a Chile y ni siquiera hacer envíos por avión a restaurantes de Dubái”, pormenorizó, detallando que para poder concretar estas operaciones deben negociar “en condiciones desventajosas” con los exportadores que cuentan con plantas procesadoras.
El Decreto 408/21 estableció prohibiciones hasta el 31 de diciembre para vender al exterior ciertos cortes y fijó cupos para frigoríficos de un máximo mensual del 50% del promedio embarcado entre julio y diciembre de 2020. “Desde mediados de año tenemos que pedirles parte de ese cupo que, en realidad, originariamente era nuestro porque el cálculo del past performance se basó en el desempeño de cada planta incluyendo las exportaciones que hacíamos los grupos”, recordó. Y, si bien hubo modificaciones posteriores, en las sucesivas prórrogas y otras normativas, los grupos de productores quedaron siempre fuera de las porciones liberadas. “Ahora, se amplió la exportación, se corrigieron algunos aspectos, cada planta de ciclo completo recibió 100 toneladas para China, las de ciclo II, 50 toneladas, pero de vuelta a nosotros no nos dieron nada”, lamentó.
¿Cómo negocian un cupo? “Le tenemos que pedir al frigorífico que nos ceda una parte del suyo. Desde hace más de 20 años que hacemos tratativas por la tarifa de faena, el costo del frío y la mano de obra, eso es normal. Pero si tenemos que negociar sabiendo que, si no hay acuerdo, nos quedamos sin cupo, estamos en desventaja, es irregular, no resulta equitativo”, subrayó, refiriéndose a que la relación de equilibrio entre operadores está amenazada por las intervenciones oficiales en el mercado.
Herrera aclaró que los grupos de productores no compiten con las plantas exportadoras ya que atienden distintos mercados. “Como embarcamos menores volúmenes que un frigorífico, inclusive en Europa, vamos a nichos que buscan algo artesanal, de más calidad. Además, por ahí vendemos un contenedor por semana y lo hacemos a través de un pequeño importador, mientras un frigorífico puede embarcar 10 por semana a través de un bróker. Nos complementamos muy bien”, explicó.
Los más perjudicados
Surgidos en los ’90, mediante un sistema de reparto de la cuota Hilton que los habilitó como beneficiarios, en 2002, algunos grupos de ganaderos y asociaciones de criadores fundaron APEA con el objetivo de ganar escala, bajar costos, diferenciarse por calidad y capturar todo el valor del mercado. Luego de adquirir una dinámica empresarial y de resistir durante años las políticas adversas a la exportación de carnes, resurgieron a partir de 2015 no sólo en base a esa cuota sino embarcando todo tipo de cortes a diferentes destinos internacionales.
Hoy APEA cuenta con 26 grupos de productores y asociaciones de criadores que exportan carne. Hay algunos que tienen 10/15 productores, otros hasta 30/40, mientras los criadores, Angus, Hereford, Brangus y Braford, suman miles ya que cualquier socio que cumpla con los requisitos puede cargar hacienda.
¿Un ejemplo de las dificultades actuales? “Tenemos un grupo con campos en Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y algo en Entre Ríos, que es uno de los más grandes y más antiguo, con más de 20 años de trayectoria. Hoy para poder exportar por fuera de la Hilton, como ya comenté, tiene que solicitarle cupo al frigorífico. Y muchas veces hay demoras y errores para tramitar la cesión y no se puede trasladar ese tonelaje de un mes al otro. Eso hace que no tengan una salida fluida, se volvió muy complicado el día a día”, argumentó Herrera.
Otro ejemplo es un grupo nuevo de Córdoba que desarrolló un sistema para identificar su hacienda con caravanas electrónicas, trazabilidad blockchain y estableció un canal comercial en Arabia Saudita, mediante un contrato de aprovisionamiento. “A pesar de haber realizado esa inversión en agregado de valor, que es importante, y de vender a un mercado no tradicional, hoy están atados de pies y manos, y no pueden exportar ni un kilo más que su cuota Hilton porque no tener antecedentes les impide solicitarle cupo a un frigorífico”, contó. Y advirtió: ““Resultaron muy perjudicados porque el novillo vale lo que vale por la integración entre los cortes que se venden en el mercado interno y otros que se envían afuera”.
El reclamo
Cuando salió la medida que limitaba las exportaciones, APEA mantuvo una reunión con el Ministerio de la Producción en la que se les explicó que se habían asignado cupos sólo a los frigoríficos porque era más fácil controlarlos, con el argumento de que había subfacturación en algunas empresas. “Nosotros, en su momento, les respondimos que no teníamos nada que ver con las firmas fantasmas, como se las suele llamar, porque todos embarcamos Hilton, que es una cuota que nos da el Estado y estamos auditados por sus funcionarios”, señaló.
¿Qué piden hoy? “Si bien nos gusta el libre comercio, le solicitamos al ministro Julián Domínguez que, en el caso de que continúen los cupos, todos los exportadores deberían tener el suyo. A nosotros, aún sin planta, también nos corresponde, porque tenemos conocimiento y past performance en la actividad”, indicó Herrera, aludiendo a que hoy en día no es imprescindible ser dueño de un frigorífico para exportar carne como tampoco lo es tener tierras para embarcar granos.
“El ministro nos dijo de entrada que estaba al tanto del problema y que lo iba a resolver, aunque pasa el tiempo y no tenemos respuesta. De alguna manera, más allá de la demora, nos da la tranquilidad de que lo que estamos reclamando es justo”, finalizó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne – /www.valorcarne.com.ar/