En la jornada inaugural de la Exposición Rural la cabaña de Indio Rico tuvo un gran remate de la mano de sus toros de pedigree entre los que se destacaron los hijos de los dos grandes padres producidos por la familia Bellocq
En la previa, los integrantes de la familia Bellocq habían asegurado que para lo que era su séptimo remate en la pista de la Sociedad Rural de Tres Arroyos traían su mejor torada desde que realizaban su subasta anual. Y así lo entendieron también los compradores, que le hicieron fácil el trabajo al martillo de Manuel Lanusse para redondear una venta muy destacada y firme en los puros de pedigree.
El remate se dio, como desde que comenzó la cabaña de Indio Rico a vender su producción en esta plaza, en el marco de la jornada inaugural de la Exposición Rural. El clima le dio un gusto primaveral al evento. La genética de Santa Rosa hizo el resto. “Ha sido un remate que superó nuestras expectativas. Sabíamos que venía gente a comprar los 10 o 15 toros importantes que había, y por cómo se dio algunos no pudieron”, resumió Alfredo Bellocq al final de una tarde soñada.
Santa Rosa tiró a la pista 26 toros de pedigree, entre ellos los primeros hijos del gran Mateo, el colorado que fue Gran Campeón de Palermo y consagrado como el mejor Angus del mundo en 2022. Y también hijos de Napolitano, el gran padre negro que crió la cabaña.
Y fueron los toros hijos de ellos los que se destacaron. El remate se abrió con un dúo colorado, uno hizo 37 millones de pesos, desembolsado por un consorcio integrado por el centro genético Select Sires Debernardi y otras cabañas. En el segundo lote apareció un descendiente de Napolitano, por el que la prestigiosa cabaña La Pastoriza pagó 40 millones de pesos, el precio máximo del remate.
“Más allá de los valores, que son una circunstancia, lo importante es la gente que ha venido desde tan lejos, porque vinieron clientes de Entre Ríos y de Córdoba, y todas las cabañas importantes que se arrimaron para comprarnos un producto. Eso nos reconforta porque valoran lo que nosotros estamos haciendo”, explicó Alfredo.
Con agilidad y firmeza se fueron ubicando todos los toros de pedigree, con la firmeza en los valores que le daba la cantidad de manos que pujaron en buena cantidad de los lotes. Terminaron promediando los 12,5 millones de pesos, una cifra más que interesante.
Luego fue el turno de los puros controlados, donde también se vio una torada pareja. Hubo demanda para la oferta, y algunos lotes se vendieron de a dos e inclusive de a tres. Sin la dispersión de precios que hubo en el pedigree, los PC alcanzaron una promedio atractivo.
“Los controlados anduvieron muy bien. Porque si bien no hubo picos extremos de precios, hicieron el promedio que se está viendo en todos los remates, que es bueno también”, analizó el cabañero.
Como muestra de lo que los toros de Santa Rosa imprimen en su descendencia, la oferta de la tarde la completaron los vientres de criadores que se nutren de la genética de la cabaña. Así fueron pasando por la pista las vaquillonas con cría, las vacas preñadas y las vaquillonas para servicio, en esta categoría hubo Angus y Limangus.
“Estamos muy conformes, la verdad es que fue un remate muy ágil, se vendió muy bien, en muy buenos valores y sobre todo las hembras, con las que teníamos un poco de miedo por cómo viene la zona con la seca”, comentó Julián Cepeda, de la casa consignataria que estuvo a cargo de la venta.
Fue el punto final de un remate en el que claramente Santa Rosa subió varios escalones. Por la consistente torada que presentó, y por la calidad de compradores que se arrimaron hasta Tres Arroyos para llevarse su genética.
“No me queda otra que agradecer y felicitar a todo el equipo de trabajo de la cabaña y a mi familia en particular, a mis tres hijos y a mi señora, que es el alma del grupo. Si tuvimos la tarde que tuvimos con estas ventas es gracias a ellos”, cerró Bellocq.
FUENTE DIARIO LA VOZ DEL PUEBLO
